jueves, 8 de septiembre de 2011

¿Cuando habrá un cambio?

La división internacional del trabajo consiste en que unos países se especializan en ganar y otros en perder. Nuestra comarca del mundo, que hoy llamamos América Latina, fue precoz: se especializó en perder desde los remotos tiempos en que los europeos del Renacimiento se abalanzaron a través del mar  le hundieron los dientes en la garganta. Pasaron los siglos y América Latina perfeccionó sus funciones Este  no es el reino de las maravillas donde la realidad derrotaba a la fábula y la imaginación era humillada por los trofeos de la conquista, los yacimientos de oro y las montañas de plata. Pero la región sigue trabajando de sirvienta. Continúa existiendo al servicio de las necesidades ajenas, como fuente y reserva del petróleo y el hierro, el cobre y la carne, las frutas y el café, las materias primas y los alimentos con destino a los países ricos que ganan consumiéndolos, mucho más de lo que América Latina gana produciéndolos. Son mucho más altos los impuestos que cobran los compradores que los precios que reciben los vendedores; y al fin y al cabo, como declaró en julio de 1968 Covey T. Oliver, coordinador de la Alianza para el Progreso, «hablar de precios justos en la actualidad es un concepto medieval. Estamos en plena época de la libre comercialización...» Cuanta más libertad se otorga a los negocios, más cárceles se hace necesario construir para quienes padecen los negocios. Nuestros sistemas de inquisidores y verdugos no sólo funcionan para el mercado externo dominante; proporcionan también caudalosos manantiales de ganancias que fluyen de los empréstitos y las inversiones extranjeras en los mercados internos dominados.(introducción del libro Venas Abiertas de America Latina)

Esto se sigue dando en la actualidad ya que nuestro gobernantes, siguen tratando al pueblo trabajador como lo inferior en su cadena de deasarrollo.
Hoy se pide educación publica de calidad, para darle al pueblo una oportunidad de poder surgir de la pobreza, y no tanto eso sino realizar sus sueños como persona, como familias.
Este pedido hecho ya no solo por los estudiantes, sino por la sociedad en su conjunto, de querer un cambio, un país mejor, pero siguimos sin ser escuchado.


¿Cuando habrá un cambio?